Es una enfermedad ocular en la cual hay daño a la retina. La retina es la capa de tejido ubicada en la parte posterior del ojo que convierte las imágenes luminosas en señales nerviosas y las envía al cerebro.
Causas
La retinitis pigmentaria puede ser hereditaria. Es un trastorno que puede ser causado por varios defectos genéticos.
Las células que controlan la visión nocturna (bastoncillos) son más propensas a resultar afectadas; sin embargo, en algunos casos, las células del cono retiniano son las que reciben el mayor daño. El principal signo de la enfermedad es la presencia de depósitos oscuros en la retina.
El principal factor de riesgo es un antecedente familiar de retinitis pigmentaria. Es una rara enfermedad que afecta a aproximadamente a 1 de cada 4,000 personas en los Estados Unidos.
Síntomas
Los síntomas a menudo aparecen primero en la niñez, pero los problemas graves de la visión a menudo no se presentan antes del comienzo de la adultez.
- Disminución de la visión nocturna o cuando hay poca luz.
- Pérdida de la visión lateral (periférica), que causa “estrechamiento concéntrico del campo visual”.
- Pérdida de la visión central (en casos avanzados).
Pruebas y exámenes
Exámenes para evaluar la retina:
- Visión cromática
- Examen de la retina por medio de oftalmoscopia después de dilatar las pupilas
- Angiografía con fluoresceína
- Presión intraocular
- Medición de la actividad eléctrica en la retina (electrorretinografía)
- Respuesta del reflejo pupilar
- Prueba de refracción
- Fotografía de la retina
- Exámenes de la visión lateral (examen del campo visual)
- Examen con lámpara de hendidura
- Agudeza visual
Tratamiento
No hay ningún tratamiento efectivo para esta afección. El uso de gafas de sol para proteger la retina de la luz ultravioleta puede ayudar a preservar la visión.
Algunos estudios han sugerido que el tratamiento con antioxidantes, como el palmitato de vitamina A en altas dosis, puede retardar la enfermedad. Sin embargo, tomar altas dosis de vitamina A puede causar serios problemas en el hígado. Se tiene que sopesar el beneficio del tratamiento frente a los riesgos para el hígado.
Se están llevando a cabo estudios clínicos para evaluar nuevos tratamientos para la retinitis pigmentaria, incluido el uso de DHA, un ácido graso omega 3.
Otros tratamientos, como los implantes de microchips dentro de la retina que actúan como una videocámara microscópica, están en sus etapas preliminares de desarrollo. Estos tratamientos pueden servir para tratar la ceguera asociada con la retinitis pigmentaria y otras afecciones oculares serias.
Un especialista en la visión puede ayudarle a adaptarse a la pérdida de la visión. Consulte regularmente con un especialista en el cuidado de los ojos, quien puede detectar cataratas o inflamación de la retina, dos problemas que se pueden tartar.
Fuente: https://www.nlm.nih.gov